¿Afecta de la misma forma el movimiento #MeToo a una persona que lo vive con 20 años frente a una de 15 o a otra de 10? ¿Impacta de la misma forma el 11-M a un adolescente español que a uno latinoamericano? ¿Y el Brexit?
Ya no solo se trata de si vivir los mismos hechos históricos es determinante, sino incluso si se viven de la misma forma en función de la edad, el lugar, la situación socioeconómica… Por no mencionar la personalidad, las experiencias previas o los valores e ideología de cada individuo. ¿Cuántas veces habremos oído que los Z son “idealistas” y “soñadores”? ¿O que tienen "poco aguante"? Etiquetar a alguien como "zeta" no es ninguna varita mágica o suerte de hechizo.
Según el especial de
El País sobre
“¿Cómo es ser joven en 2021?”, la mayoría del colectivo entrevistado es de hecho bastante realista y se siente preocupado por el futuro: la población española de 28 a 34 años menciona el paro, la necesidad de emigrar u opositar y el difícil acceso a la vivienda entre las principales preocupaciones. Así lo refleja también
este informe de EY (2020), que pone precisamente el foco en las
contradicciones de la generación Z: tener suficiente dinero (67%), conseguir un buen trabajo (64%) o pagar la universidad (59%) son las prioridades clave.
Sin embargo, en una era de titulares rápidos e información constante, resulta difícil caracterizar una generación prácticamente en tiempo real. Hay quien podría pensar incluso que desde que comenzamos a hablar de los
centennials hasta algunos han dejado de serlo. Pero, ¿qué significa
ser de una generación?