Recogemos buenos ejemplos de cómo marcas de diferentes sectores se han sumado a las principales tendencias de branding en los seis últimos meses del año. La rapidez y la creatividad siguen definiendo el ritmo con el que las organizaciones se adaptan para mejorar la relación con sus públicos.
10
tendencias
en
auge
en
el
mundo
del
branding
Ya casi tenemos un pie puesto en 2024. Recordar lo que estaba pasando a principios de 2023 puede ser complicado. No pasa nada, puedes refrescar la memoria con nuestra primera entrega de ‘Marcando el paso’. Pero ahora, a cierre de año, ¿en qué han estado metidas las marcas durante los últimos seis meses?
Las marcas siguen buscando cómo conectar emocionalmente con las personas a través de la humanización de su marca.
Vemos que la incorporación en campañas de relatos, momentos, sentimientos y comportamientos del día a día sigue funcionando. Lo cotidiano, lo diario, lo rutinario... lo más sencillo es lo que conecta mejor.
"For a long time our goal has been to make the period product category inclusive to all gender identities. Periods are just as diverse as people. With a tangible product we want to break the traditional belief that gender is based on sex"
Vuokkoset
Apuntar al segmento concreto
Apuntar al segmento concreto
Apuntar al segmento concreto
Apuntar al segmento concreto
Apuntar al segmento concreto
Apuntar al segmento concreto
Tendencia
02
Nichetización
Enfocarse en vender más, a menos: las marcas siguen a la conquista del nicho.
Además de seguir atrayendo grandes masas de públicos, las marcas se ocupan de satisfacer las necesidades y deseos de grupos más reducidos y especializados.
'Doritos Silent', un producto específico para gamers que cancela el ruido que hacemos al comer. Los gamers pueden jugar en línea y hablar sin el 'crunchi-crunchi' de los aperitivos.
¿Tus colegas de oficina tienen 24 años? La generación Z ya no es la generación del futuro.
Delulu, POV, fantasía… hay cosas que solo quien llegó a este mundo entre 1997 y 2010 comprende, pero el zetacentrismo existe, las marcas lo saben y comunican en consecuencia.
Las marcas siguen buscando fórmulas de demostrar su legitimidad en torno a la sostenibilidad.
Si el riesgo es que te acusen de greenwashing, el camino es la legitimidad. Hemos visto acciones que implican renuncias y formas más genuinas de hacer tangible el compromiso medioambiental de las marcas.
Hemos entendido (por fin) que construir una buena marca es la mejor forma de acertar en la promoción territorial.
A juzgar por el número de iniciativas que ciudades y comunidades autónomas están lanzando, podemos decir que se lleva crear marcas para comunicar lugares. Andalucía, Valencia, Madrid, Sevilla o Málaga son algunas de las más recientes… Países como Ecuador también se encuentran en pleno proceso de trabajar su marca país.
Cada vez exigimos más a las marcas. Y ya no valen frases bonitas que prometen cambiar el mundo: tienen que estar pero hay que demostrarlas, tangibilizarlas y ponerlas en acción.
Hacer un esfuerzo por explicar el compromiso de una marca con la sociedad es el primer paso, pero después hay que seguir andando: toca demostrar con acciones concretas cómo llevas a la práctica ese propósito, esa misión o esos valores que cuentas en tu estrategia.
"Books give us perspective; their stories allow us to feel seen and provide us with the opportunity to learn from each other's lived experiences. Diverse stories deserve to be told, and readers deserve the autonomy to choose what books they read”
Las colaboraciones entre marcas no siempre persiguen un trasvase de clientes.
A veces, las marcas solo buscan asociarse con una serie de valores o posicionarse en cuestiones sociales o medioambientales. Eso sí, la creatividad sigue siendo el ingrediente clave para que el resultado tenga un buen sabor.
Tras la primera oleada de innovación que trajo consigo el éxito de la inteligencia artificial, ahora las marcas buscan cómo incorporarla con criterio para generar valor añadido en sus productos y servicios.
Algunas optan por integrarlo en la atención al cliente, mejorando o personalizando la experiencia del usuario en su relación con la marca; pero otras apuestan por incorporarlo como una pata más de su negocio.
¿Por qué ahora tantas marcas nos hablan desafiantes, con chulería y sarcasmo?
Seguro que has visto textos pelín agresivos o al menos provocadores en redes sociales, lonas publicitarias, incluso en post en LinkedIn. El blanding –aquella tendencia de que las marcas cada vez comparten más características y son menos diferenciales– ha llegado a la manera en la que estas se expresan: desde hace un tiempo vemos cómo algunas compañías adoptan este tono de voz sin valorar si su personalidad de marca encaja con esa forma de hablar. ¿Se trata de marcas que se unen a una moda? ¿El canallismo funciona en todas? ¿Veremos una comunicación cada vez menos diferencial justo por pretender serlo?
Su tipografía y su tono de voz se han convertido en uno de los elementos más característicos de la marca. Algo que siguen explotando cuando dan el paso hacia el activismo para concienciar sobre el cambio climático, como hicieron el pasado mes de octubre.
Lo mejor de esta campaña es que no se dirigía (directamente) a sus clientes, sino que enfocaba su mensaje en motivar un cambio entre las empresas de su sector para advertir sobre la huella climática.
Cada vez son más compañías las que le dan una vuelta a su dimensión sonora. Una oportunidad más para ser reconocidas y diferenciarse de la competencia.
"Estoy seguro de que los dulces tonos de Liam despertarán a algunos viajeros temprano en la mañana, alegrarán muchos viajes y producirán muchas sonrisas en el camino"
Andy Burnham Alcalde de Greater Manchester
Bonus track o la undécima tendencia
Ey, Barbie! Ey, Ken!
Finales de 2022
Viva Magenta
A finales de 2022, Pantone presentó el Viva Magentacomo color para el nuevo año. No iban muy desencaminados, porque a mitad de año empezaron a surgir anuncios que mostraban que 2023 era de un tono muy parecido, como más tirando a rosa. Rosa Barbie.
2023
Ey, Barbie!
Barbie ha sido una de las grandes tendencias del año, no solo por haber cosechado éxito tras éxito desde su estreno, sino también por ser ejemplo de transformación y rebranding de una marca icónica. Su estreno coincidió con un cambio en el histórico logotipo de Barbie, y nadie se ha querido perder esta tendencia: marcas de moda que lo apuestan todo al rosa, plataformas de inteligencia artificial para enseñarte tu aspecto en Barbie Land, intercambios con la película Oppenheimer… Todo un fenómeno que también ha impulsado las ventas de Mattel, que llevaban una temporada de capa caída.
Con la película, y un plan de comunicación y marketing brutal, Mattel ha conseguido reposicionarse convirtiendo su controvertida muñeca en un ícono del empoderamiento femenino y la autoaceptación. No se ha limitado a promocionar un producto cinematográfico, sino que ha celebrado la evolución de Barbie, creando una narrativa moderna, feminista y que ha gustado al público. Sobre todo, es un paso perfectamente con su propósito: "We empower the next generation to explore the wonder of childhood and reach their full potential". Nos gusta pensar que esto es un ejemplo de un propósito corporativo llevado al cine.
Barbie ha conseguido volver a situarse como un icono cultural con influencia más allá del entretenimiento. Ha redefinido lo que significa ser una "marca del año" y ha demostrando que Barbie –y por extensión las niñas– puede ser todo lo que quiera, también una experta en marcas.
El mundo necesita marcas que se impliquen: que actúen, que hablen, que se comprometan y que emocionen.
Marcas
pensadas
para las
personas
Thank you! Your submission has been received!
Oops! Something went wrong while submitting the form.